Te
quiero, con la misma intensidad con la que el mar
azota
sus olas, te quiero, cual brisa refrescante en
la
mañana, y si quererte doliera no podría mantenerme
viva.
Te
quiero cual amor, siente el sol hacia la tierra,
te
quiero como el silencio a la noche en el campo,
sutil te
quiero, sin pedirte nada,
a cambio
ni siquiera; que me quieras un
milímetro
de lo exagerado que yo te quiero.
Te
quiero, consciente de saber,
que tú
desconoces que te quiero,
y segura, de que no quieres saberlo.
ahora
entiendes tú, porque siento
quebrada
el alma.
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