jueves, 12 de septiembre de 2013

Entre tanto


No era necesario desatar las madejas de tu boca
podías darme un golpe en la cara, eso hubiera 
sido escalofriante pero definitivo y corto.

Por eso los perros no hablan y solo muerden
por eso se van después de haber mordido.

Por eso yo hubiera preferido un golpe tuyo
¡Dale! te hubiera dicho en la cara si prefieres
es triste lo admito.

Pero las palabras tristes con las que me 
clavaste ese adiós se me quedaron 
pegadas y día a día me están partiendo
la vida. 

Hubieras sido un perro, hubiéramos mordido
y  de un solo huido, quizá para estos  días
la herida seria un tatuaje mas para mi cuerpo 
morado.   




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