Caminamos
trescientas veces de la mano, hasta el punto
de
sentirla adherida a la piel del uno del otro
nuestros
besos sumaron los mil.
Divisamos
caer la tarde juntos abrazados un tanto de veces
y juntos
juramos amarnos, hasta que el viento
dejara de soplar
yo le
creí, él
juntos por siempre,
el me lo
dijo, tengo varias pruebas clavadas en mis neuronas.
Llore
tantas veces, sufrí la pérdida de un amor,
solo se
marcho, llegaron a mis oídos cansados que del otro
lado, se
encontraba su verdadero amor, tonos que atormentaron
mi alma,
hasta el día de hoy, pido explicaciones que
por más
ya de dos mil ocasiones me he querido explicar.
ella
solo dice: calma las respuestas vendrán.
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